Pintura y escultura
En contraste con otras formas ilustradas, las pinturas conservadas de la antigua Grecia son muy escasas. Los pintores griegos trabajaban principalmente en paneles de madera, y las obras finales fueron admiradas durante cientos de años después de su creación. Sin embargo, estas pinturas desaparecieron después del siglo IV cuando no fueron suficientemente protegidas. Por añadidura, las inferiores copias romanas, por ejemplo las de Pompeya, las escasas muestras conservadas halladas en las tumbas de los reyes de Macedonia en Vergina, en Leúcade también en la antigua Macedonia, como las de Kazanlak en la antigua Tracia.
Las obras conservadas de la antigua escultura griega son más comunes, en particular las de los maestros escultores, como Fidias y Praxíteles. Estos artistas y sus seguidores fueron frecuentemente emulados por los romanos. Sin embargo, los cristianos del siglo IV y V vieron la destrucción de los ídolos paganos como un «acto de piedad». Muchas esculturas antiguas de mármol fueron quemadas con cal en la Edad Media, y estatuas de bronce fueron fundidas para obtener el metal. Las estatuas de mármol que escaparon a la destrucción fueron olvidadas, o en el caso de los bronces, perdidos en el mar.
En el perido bizantino, el arte religioso era el tema dominante, con mosaicos e iconos muy trabajados adornando los edificios religiosos. El artista renacentista, El Greco (Domenikos Theotocopoulos), respondía al bizantino y en el siglo XVI el arte manierista, produciendo escultura y pinturas de forma libre, luz y color que inspiraría a artistas del siglo XX como Pablo Picasso y Jackson Pollock.
Además, un importante y a menudo pionero papel, fue jugado por artistas de las islas Jónicas en el siglo XVIII y a comienzos del XIX, que explotaron las conquistas del Renacimiento italiano y de los talleres barrocos. Con persistentes esfuerzos hacia nuevas direcciones y objetivos, los artistas griegos afloraron al mundo durante las primeras décadas del siglo XIX conectando el arte griego con su antigua tradición, así como la búsqueda de talleres europeos, sobre todo los de la Munich School, con ejemplos definitorios del arte contemporáneo griego del periodo que incluye la obra de Theodoros Vryzakis y Nikiphoros Lytras.
A comienzos del siglo XX, Demetrios Galanis, contemporáneo y amigo de Picasso, consiguió un amplio reconocimiento en Francia y fue miembro vitalicio de la Academia Francesa, tras la alabanza del crítico André Malraux como un artista capaz «de provocar fuertes emociones como Giotto». Ya en pleno siglo XX, Nikos Engonopoulos consiguió reconocimiento internacional con sus concepciones surrealistas en pintura y poesía, mientras que a finales de la década de 1960, Dimitris Mytaras y Yiannis Psychopedis se asociaron con el realismo crítico europeo.
Grecia ha continuado la antigua tradición escultórica en las épocas modernista y postmodernista, con colaboradores como el filósofo Costas Axelos y el afamado Constantine Andreou, receptor de la Legión de Honor de Francia.